Los milagros ocurren - Iva Novakova

Admito que siempre he sido escéptica en lo que se refiere a los métodos alternativos. Hasta que no lo pruebo por mí misma, no me lo creo. Por eso, cuando me ofrecieron probar el Somavedic, sobre el que había leído mucho, sentí mucha curiosidad. ¿Será un dispositivo tan «milagroso» como dicen todas las reseñas?

¿Cómo funciona?

En primer lugar, para los que no sepan qué es, voy a presentarlo brevemente. Desde hace mucho tiempo, se sabe que cada tipo de mineral «vibra» a una frecuencia determinada y tiene la capacidad de emitir esta vibración y así influir en el entorno. Esto no solo ocurre con los minerales, sino con todas las cosas. Esta energía es especialmente fuerte en el caso de las piedras, lo que tiene sentido si pensamos en cómo suelen usarse en medicina, donde se emplean piedras una a una.

Dependiendo del modelo, Somavedic tiene de doce a diecinueve piedras y es un dispositivo basado en el principio de liberación controlada de la energía. Si colocamos ciertos minerales en una disposición determinada y bien calculada, las vibraciones que se generan al trabajar juntos pueden influir positivamente en el entorno, armonizándolo. Tanto las zonas geopáticas como las radiaciones de los campos electromagnéticos (CEM) y otra serie de influencias, vibran en un rango específico de frecuencias. Hoy en día, esto se puede medir con aparatos de biorresonancia y el fabricante utiliza estos datos para optimizar los efectos de Somavedic. El objetivo es armonizar a las personas, darles energía, ayudarles con la regeneración y la curación. O también mejorar la calidad de su descanso y limpiar su sistema linfático. En pocas palabras, mejorar su calidad de vida. Sonaba a producto milagroso, así que tenía mucha curiosidad.

Empezamos…

Todos los comienzos son duros y este viaje hacia una buena salud tampoco iba a estar exento de complicaciones. Según Ivan Rybjansky, el dispositivo tiene fuertes efectos desintoxicantes, que al principio pueden ser desagradables. A la gente puede costarle conciliar el sueño, tener dolores de cabeza, etc. Pero entonces empieza todo… «En la primera fase, pasada una semana, más o menos, la calidad del sueño mejorará sin duda. Con los niños es algo inmediato, no les resulta tan pesado. En la siguiente fase, el cuerpo empieza a deshacerse de parásitos y bloqueos energéticos y purifica el sistema linfático. En esta fase, la gente puede pasar por algo parecido a una gripe», explica el creador Somavedic al hablar sobre la «armonización» de las frecuencias y la interrupción de las zonas nocivas, tanto las terrestres como las de las ondas electromagnéticas de los dispositivos electrónicos.

«Cada Somavedic es único y su efecto varía de una persona a otra. Esto también tiene que ver con la trayectoria personal de cada uno», explica este diseñador tan poco convencional. Tras una semana con mi Somavedic, doy fe de todas sus palabras. Coloqué el dispositivo en un sitio donde pudiera armonizar la casa y nuestra redacción (dentro de su radio de acción de 50 metros). Al principio, el personal de la redacción no tenía ni idea de su existencia. No dijimos nada para descartar el efecto placebo.

Empezaron a ocurrir cosas casi inmediatamente. La primera noche no fuimos capaces de pegar ojo, nos dolía la cabeza y, en general, nos sentíamos muy cansados. Esto fue remitiendo poco a poco, pero al final de la semana surgieron otros problemas. La mitad de la redacción cayó enferma con algún tipo de gripe gástrica y la otra mitad con dolores en las articulaciones y los músculos. Esto duró entre 24 y 48 horas. Lo curioso fue que a tres personas les aparecieron los síntomas prácticamente al mismo tiempo. Una semana más tarde, la cosa seguía sin mejorar. Mi colega, que padece migrañas, se quejó de un dolor de cabeza constante. Y mi hijo, que tiene problemas de diarrea, también empeoraba. Ni siquiera vimos una mejora con nuestro perro, que lleva mucho tiempo con problemas y tratamientos intestinales. Reconozco que tuvimos la tentación de apagar el dispositivo. Al fin y al cabo, no ayudaba y más bien parecíamos empeorar. Si no fuera por las reseñas de personas que daban las gracias a su creador y compraban nuevos dispositivos, nos habríamos rendido. Pero entonces llegó el momento…

El milagro ocurrió…

Pero entonces, de repente, las cosas empezaron a cambiar. Primero, se hizo evidente en nuestro perro. El Sr. Rybjansky ya había dicho que los animales son los más sensibles a sus efectos. Nuestro perro es un cachorro que tiene diarreas y enfermedades intestinales desde que nació. Y, de repente, pasó una, dos y tres semanas sin ningún tipo de problema. Empezó a crecer y a engordar. Entonces el dispositivo empezó a hacernos efecto a nosotros. La semana anterior habíamos estado cansados y sin energía en el trabajo. Nada funcionaba y no avanzábamos. Pero, de repente, fue como si nos dieran un empujón. Empezamos a sentir que todo estaba bajo control y los resultados comerciales se dispararon como por arte de magia. Todo el mundo empezó a sonreír más y nadie se peleaba por tonterías. Fue como si de repente se encendiera la luz o saliera el sol tras un largo invierno. No se puede describir mejor. Incluso quienes nos visitan empezaron a comentar lo bien que se sentían en nuestra oficina.

Y otra cosa curiosa fue la limpieza. De repente, todos teníamos la necesidad de tener todo limpio y ordenado a nuestro alrededor. Llegó un momento en que todas las papeleras y los cubos de basura estaban llenos. Incluso yo tenía de repente estanterías vacías en la despensa, una estantería para libros… Sentía la necesidad de volver a plantar mis flores, de comprar sábanas nuevas y de limpiar las ventanas. Ha llegado el momento de limpiar por dentro y por fuera.

Somavedic es adictivo…

La verdad es que ahora entiendo cuando dicen que Somavedic es adictivo y que no paran de comprar modelos nuevos. Nadie quiere renunciar a esa sensación de bienestar y seguridad. Dentro de una semana nos vamos de vacaciones y ¿sabéis qué? Nos llevamos el Somavedic…

Iva Novakova

Jefa de redacción

Moje rodina (Mi familia)