Reseña de Lucia sobre Uran

Somavedic entró en nuestras vidas gracias a la confianza y generosidad de Marcela y Martin, que llevan algunos años trabajando con Somavedic y distribuyendo estos dispositivos.

La primera vez que fuimos a su casa, por motivos que ahora no vienen a cuento, nos vimos literalmente rodeados de pequeños «ovnis» Somavedic y enseguida comprendí que necesitábamos uno. He intentado adivinar su precio, pero he fracasado estrepitosamente… Por suerte, fueron muy generosos y nos prestaron uno durante un mes. Ha pasado un mes y ya sé que no puedo vivir sin él. ¿Nuestro pequeño «ovni» estará con nosotros para siempre?

Pero ¿cuál es la mejor manera de describir sus efectos? Además de todo lo que ya se ha comprobado oficialmente, como la neutralización de zonas geopatógenas, la reducción del electrosmog, la reestructuración del agua y su influencia en la sangre, están pasando cosas mucho más profundas. Y es algo más difícil de describir porque no se puede medir: el efecto de Somavedic en las relaciones. Voy a mencionar algunos ejemplos. Puedo ver un efecto positivo en la relación que tienen mis hijos. Mi hijo pequeño se ha vuelto mucho más abierto y ya no se compadece tanto de sí mismo. Además, confía más en sí mismo. El mayor ha dejado de fastidiar tanto al pequeño y también pasan más tiempo juntos. Cuando mi pareja y yo tenemos algún malentendido, en el momento lo vivimos intensamente, pero al final conseguimos entendernos mejor y conectamos más rápido. Ahora somos capaces de escucharnos más, incluso bajo la presión de nuestras emociones. Yo misma expresé algunas injusticias y prejuicios que le reprochaba. Como he dicho antes, hay tantas cosas que van más allá de lo que se puede «medir».

Otra función absolutamente increíble de Somavedic es la purificación y reestructuración del agua que, si además usas la pirámide, deja el agua suave como la seda. Lo que también puede medirse con los ojos es su efecto sobre las plantas. Las plantas que tengo en el balcón siguieron creciendo incluso en pleno invierno. Y ahora tengo toda una jungla justo detrás de la ventana. Además, el árbol de Navidad no perdió las agujas.

Y otra cosa muy importante: es un «ente» que da una gran sensación de tranquilidad y es bonito. La combinación de piedras preciosas, cristal y luces interiores crea un bello espectáculo cósmico.

Lucia